El análisis de la cadena de valor de este negocio llevado a cabo desde
las universidades de California-Berkeley y Budapest sugiere que un
acuerdo internacional con los intermediarios de pago supondría el fin
del correo basura.
El spam, anglicismo con que se denomina el
correo electrónico comercial no solicitado, podría tener sus días
contados si existiera la voluntad política necesaria para terminar con
él. Al menos esto es lo que demuestra un reciente estudio realizado por
las universidades de California- Berkeley y Budapest, del que se deduce
una solución técnicamente viable.
En el documento se analiza su
modelo de negocio y se establece la cadena de valor que desarrolla,
desde el envío de la publicidad abusiva hasta la recepción del producto,
pasando lógicamente por su producción y el pago del mismo. De este modo
se ha localizado el eslabón débil de este lucrativo negocio: tres únicos bancos controlan el flujo del 95% del spam farmacéutico,
lo que supone la gran mayoría del mismo. Por lo tanto, un acuerdo
internacional para su bloqueo con los intermediarios de pago, como Visa o
Mastercard, podría ofrecer una solución definitiva.
Así, se
podría confeccionar una lista de los bancos que llevan a cabo estas
operaciones y desarrollar una legislación que impidiese aceptar
operaciones desde los mismos a los emisores de tarjetas de crédito. Sin
embargo, resulta difícil hacer frente al spam en un escenario económico como el actual, marcado por la desregulación del sistema financiero mundial. La estrategia empresarial de quienes se enriquecen con este negocio
nacido al calor de internet no puede estar más adaptada al capitalismo
globalizado. En pocas palabras, podemos decir que consiste en encontrar
el país con la legislación más permisiva para cada fase del proceso.
Así, dado que su objetivo son básicamente versiones de conocidos
medicamentos como Viagra, se buscan lugares cuya legislación permita
evitar problemas de propiedad intelectual tanto en su fabricación como
en el alojamiento de su web. Hablamos de países como Rusia, China o
Brasil.
Paraísos fiscales y ‘spam’
Del mismo modo, se utilizan los centros financieros offshore (comúnmente conocidos por paraísos fiscales) para realizar el cobro
y escapar así a los controles de todo tipo que pudiera haber en el país
donde se encuentra el comprador. Por supuesto, el envío por correo no
supone ningún problema. Además, se cuenta con que la actividad no será
perseguida en la práctica a menos que exista una denuncia por parte de
un comprador que pueda sentirse estafado.
Juan Hernández
Vigueras, experto en paraísos fiscales y miembro el Consejo Científico
de ATTAC, no muestra su sorpresa ante dicho modelo de negocio. “El marco general de la ideología del libre mercado, que aboga por la no intervención, trae consigo estas prácticas desleales
que, sin embargo, son permitidas en la práctica”, explica. Preguntado
acerca de la posible solución, duda sobre la voluntad política de
llevarla a cabo: “EE UU ya intentó controlar la financiación terrorista
tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, con la protesta formal
de Bélgica y finalmente sin resultados”.
Se refiere al programa
secreto de espionaje de transferencias bancarias que la CIA llevó a cabo
en colaboración con Swift, la empresa que gestiona los pagos
electrónicos. Tras destapar la noticia The New York Times, se
produjo su interrupción debido a la reacción del Gobierno belga, donde
tiene su sede. Sin embargo, la UE finalmente se mostró dispuesta a
cooperar y en noviembre pasado se firmó un acuerdo que otorgaba a
Washington la cobertura legal necesaria para investigar en ciertos casos
a sus propios ciudadanos y residentes. Este hecho demuestra hasta dónde
se puede llegar cuando hay voluntad política. En todo caso, prosigue
Juan H. Vigueras, “habría que reformar el tratado de la UE, puesto que prohíbe las restricciones en cuanto a tráfico de capitales a terceros países, no solo entre Estados miembros”.
Por
su lado, David Talbot especula en la web Tech Review (technologyreview.
es) sobre la posibilidad de que las empresas farmacéuticas cuya
propiedad intelectual estaría siendo escamoteada (esta vez con fines
poco éticos que nada tienen que ver con un sistema sanitario de acceso
universal) puedan emprender acciones como las llevadas a cabo contra la
fabricación de genéricos en India o Brasil. En última instancia, hay que
recordar que el spam, además de las molestias personales y los problemas técnicos que ocasiona en las redes, supone una serie de violaciones de las leyes de protección de datos.
En todo caso, el citado estudio demuestra la sobrada rentabilidad de un
negocio que explota al máximo las posibilidades del actual flujo
instantáneo de capitales.
LOS DOMINIOS DEL SPAM
LAS ENTIDADES IMPLICADAS
Los
bancos son Mauricio, Anguila, St. Kitts & Nevis. Esta última
entidad es el domicilio caribeño de una empresa clave de la trama
Gürtel.
TPV VIRTUALES
Las empresas de spam,
radicadas en Rusia, China o Brasil, contratan en bancos de paraísos
fiscales terminales de pago virtual (TPV) para realizar los cobros.
Marc Pastor i Sanz
Diagonal
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