domingo, 22 de abril de 2012

OIT: desolador panorama para los trabajadores este año y en 2013

Débil inversión productiva y creación de empleo, a pesar de la inyección de capital a bancos.

Pérdida de plazas laborales, problema compartido entre países avanzados y en desarrollo.

Washington, DC, 21 de abril. Los trabajadores del mundo enfrentan éste y el próximo año un panorama desolador. Es lo que anticipa Juan Somavia, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A pesar de inyecciones masivas de capital desde los gobiernos a bancos y firmas financieras privadas, la inversión en la economía productiva y la creación de empleo se mantienen débiles, al tiempo que aumenta la inequidad social y la desigualdad en los ingresos, aseguró este sábado.

La pérdida de puestos de trabajo es un problema que comparten países avanzados y en desarrollo, como se destacó hoy en las asambleas de los órganos de decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). “Más allá de la urgente necesidad de reducir el impacto desestabilizador de los mercados financieros, la creación de empleos debe ser la prioridad”, consideró Supachai Panitchpakdi, secretario general de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

En la pobreza, 900 millones
Alrededor del mundo 900 millones de hombres y mujeres en edad de trabajar no ganan lo suficiente para mantener a sus familias arriba de la línea de pobreza, marcada por un ingreso de dos dólares al día, detalló Somavia, al hablar en la reunión plenaria del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), el órgano de definición de políticas del FMI. De los alrededor de 200 millones de personas que no cuentan con empleo, 75 millones tienen entre 15 y 24 años de edad.

La perspectiva del empleo para 2012 y 2013 es desoladora, declaró Somavia. En los siguientes dos años, añadió, existe un riesgo alto de que, con una lenta recuperación económica y una parte del mundo desarrollado (la eurozona) en recesión, el desempleo continúe en aumento, añadió.

Y a esa situación, como dijo ante la asamblea del CMFI, se añade la creciente desigualdad, que ya venía en aumento desde antes de la crisis. En los últimos 15 años, en dos terceras partes de los países para los que existe información el ingreso total de los hogares más ricos creció a una mayor velocidad que en los situados en la parte baja de la pirámide.

Algo similar ha ocurrido, dijo, cuando se observan otras dimensiones de la desigualdad del ingreso, como la que tiene que ver con los salarios de los trabajadores vis-à-vis las ganancias empresariales, o la de los sueldos más altos respecto de los cobrados por los trabajadores con las percepciones más bajas.

En dos de cada tres países, la participación de los salarios en el ingreso nacional disminuyó a lo largo de las últimas dos décadas, expuso. Igualmente, y para el mismo periodo, en siete de cada 10 países la diferencia de ingreso entre el 10 por ciento más alto y el más bajo de la pirámide de asalariados se amplió 70 por ciento, añadió.

Más aún: dentro de 10 por ciento que está en la parte más alta del ingreso, hay uno por ciento y, todavía más, 0.1 por ciento de personas que han tenido el más rápido incremento en su participación en el ingreso total. En Estados Unidos, por citar un caso, uno por ciento de los que están en la parte más alta registraron un aumento de sus ingresos de 11.6 por ciento, mientras que el 99 por ciento restante tuvo un crecimiento de sólo 0.2 por ciento, afirmó Somavia, al llevar al seno del organismo financiero el argumento de los grupos sociales que nutren el movimiento Ocupa Wall Street.

Hay una frustración creciente de que los gobiernos nacionales están más atentos a la confianza de los mercados financieros mientras la menguante confianza de los pueblos en sus gobiernos es descuidada, planteó Somavia. Los empleadores y los trabajadores están bajo presión en muchos países para mantener condiciones de competitividad a través del incremento de la productividad y la reducción de costos. Sin embargo, esos esfuerzos realizados por los participantes de la economía real pueden ser fácilmente nulificados por amplias y repentinas fluctuaciones surgidas por las turbulencias en los mercados financieros, añadió.

La desregulación de los sistemas financieros –en la que las autoridades nacionales dejan cada vez más libres las manos a los gestores de las instituciones financieras privadas– ha generado cada vez mayores riesgos de crisis, en un momento en que la economía mundial aminoró su ritmo de crecimiento y está en riesgo de deslizarse a una nueva recesión en 2012, advirtió Supachai Panitchpakdi, secretario general de la UNCTAD.

Esta tendencia hacia la desregulación de los sistemas financieros en las últimas tres décadas ha llevado a que se tomen más riesgos, a más crisis financieras y a grandes inyecciones de dinero público en el sector financiero, apuntó. El reciente incremento en las deudas públicas y los déficits fiscales (dos hechos a los que se atribuye la actual inestabilidad financiera mundial) es el resultado de una grave crisis en el sistema financiero que siguió a una ola de liberalización financiera, dijo.

Resulta paradójico, por decir lo menos, que los mismos agentes del sistema financiero que provocaron la crisis ahora se conviertan en jueces de la idoneidad de las políticas públicas adoptadas para contener ese daño, afirmó.

Más allá de la necesidad de reducir el impacto de desestabilización en la economía causada por los mercados financieros, la creación de empleo debe ser la prioridad. Para restaurar los niveles de empleo previos a la crisis y a absorber a las personas que se incorporaron al mercado de trabajo, la economía mundial necesita crear 64 millones de plazas.

Roberto González Amador
La Jornada
http://www.jornada.unam.mx/2012/04/22/economia/028n1eco
 

domingo, 15 de abril de 2012

#12M15M: este año la plaza de mayo será global

El movimiento surgido en las asambleas del 15M y Occupy Wall Street prepara acciones entre el 12 y el 15 de mayo.

“Convirtamos las calles en el mayor altavoz del mundo el 12 de mayo”. Con esta intención, las redes surgidas a raíz del 15M y de Occupy Wall Street (OWS) preparan una nueva cita para salir a las calles a manifestar su descontento con la gestión de la crisis financiera. Y, sobre todo, a expresar que “compartimos un deseo de reapropiarnos de nuestras vidas y de los bienes comunes por medio de una democracia real al servicio de todas las personas”, como dice uno de los llamamientos. Un año después de la manifestación de Democracia Real Ya (DRY), el #12M15M es una apuesta por superar las movilizaciones simultáneas del pasado 15 de octubre y visibilizar la existencia de un movimiento global que propone alternativas factibles. “No podemos confiar en que nuestros líderes resolverán nuestros problemas, tendremos que hacerlo nosotros”, declara la web en la que se articula la organización de la convocatoria.

El 12 de mayo es el día elegido para las marchas y manifestaciones y el 15 de mayo se harán acciones disruptivas “que intervengan en los flujos del capital y en la movilidad”. Se habla de huelga, pero no en términos laborales: es el momento de seguir experimentando una huelga social (de consumo, de cuidados, que incorpore a trabajadoras precarias...) como la que ya se ensayó en el Estado español el pasado 29 de marzo. Para los días contiguos también se planean actividades, hasta 400 según el mapa en el que se están registrando (squaresdatabase.crowdmap.com), pero es difícil estimar qué desarrollo tendrán.

Un proceso asambleario
La confluencia se hace esperar desde otoño, cuando el movimiento Occupy se extendía desde Wall Street a numerosas ciudades de EE UU y propuso el 11 de noviembre como fecha para consolidarse mundialmente. Aunque no cuajó — en el Estado español se movieron los nodos de DRY de Barcelona y Madrid, pero pasó muy desapercibida—, sirvió para que las asambleas se pusieran en marcha.

“Hacerlo bien requiere meses de trabajo, no se puede pretender hacer una mani en un mes”, explica Aitor, de la comisión internacional de DRY, que vivió el proceso de seis meses en el que se gestó el 15 de mayo de 2011. Miguel, que participa en redes de coordinación del 15M también desde el año pasado, opina que “se está organizando mucho mejor que la del 15 de octubre, con más gente involucrada y más anticipación; es muy importante la situación de OWS, que ya es un movimiento maduro”.

En el caso de EE UU, finalmente la jornada de paro será el 1 de mayo. Allí no es festivo ni está legalmente permitido convocar una huelga general, por lo que se ha hecho un llamamiento a no acudir a los centros de trabajo o estudio sin contar con los sindicatos. Las asociaciones por los derechos de las personas migrantes y trabajadores no regulados también son protagonistas en este particular May Day.

Con la fecha elegida en diciembre, desde enero se convocan reuniones en salas de chat en internet. Son espacios de coordinación para poner en común las ideas que circulan por las asambleas de las plazas, que decidirán a nivel local a qué repertorio de acciones se adhieren. En Madrid y Barcelona, las ciudades más activas, hay grupos de trabajo con asambleas semanales desde febrero [en los enlaces se pueden consultar las actas]. Las redes generadas en las acampadas se han vuelto a reactivar y en lugares como Málaga, Valladolid, Vigo, Mallorca o Sevilla ya se van teniendo planes claros para mayo.

Algunas acciones planteadas 
 Siguiendo la dispersión descentralizada del 15M, las acciones “no van a ceñirse a una sola temática, tocarán todos los problemas sociales identificados”, explica T., que participa en la red de comunicación estatal e internacional. “Muchas se basan en ofrecer información, crear conciencia y empoderar”, así como presentar las alternativas que ya se han empezando a construir en este último año: cooperativas integrales, grupos de autoconsumo o rehabilitación vecinal de espacios abandonados. Entre las que más suenan: desobediencia civil al estilo “Yo no pago”, bloqueo de transportes y nodos de comunicaciones, ocupaciones de edificios y espacios públicos, envíos masivos de e-mails a autoridades, y retirada de dinero de bancos para transferirlo a entidades éticas. Desde Rurales Enredadxs, el colectivo que desde el 15M opta por la autogestión fuera de las ciudades, se propone un éxodo a ecoaldeas.
 
En Madrid se habla de hacer confluir en una sola manifestación las distintas “mareas” que se han activado en los últimos meses (verde por la educación, blanca por la sanidad, azul por el agua pública, roja de los parados, violeta feminista), a la que se unirían marchas que partirían horas antes desde pueblos y barrios. El Mayo Global comenzará el día 1, con un probable bloque 15M en la manifestación de trabajadores y retomando el punto de información y las asambleas de comisiones y grupos de trabajo en la Puerta del Sol.

Las convocatorias sobre todo se están moviendo por Europa: España, Italia, Grecia y Reino Unido, fundamentalmente; en menor medida, Alemania, Portugal y Francia.

(Des)coordinación de planes
Toda esta información se está volcando por redes sociales en internet, pero queda pendiente en este último mes intensificar la difusión a pie de calle. “Para llegar al 99% de la población, se está haciendo un gran trabajo en barrios y pueblos y hay muchos colectivos y asociaciones que nos ayudan”, cuenta Aljuss, de DRY Málaga. Resulta complicado combinar el trabajo virtual con las asambleas locales y hay cierto caos por los muchos contenidos que circulan.

Desde enero, el debate ha girado en torno a consensuar una identidad unitaria que vaya ligada a un manifiesto común o una tabla de reivindicaciones. Para algunas personas es indispensable dotarse de contenido concreto, otras niegan la posibilidad de reducir un movimiento global tan diverso a un listado de puntos. En Barcelona, las asambleas populares han acordado cinco líneas. “Hemos sintetizado, partiendo del trabajo hecho, exigencias de los grupos que más han trabajado desde que empezó el movimiento”, explica Toret, de DRY Barcelona. Son un punto de partida para “vertebrar acciones y campañas que exijan estos derechos que nos parecen inalienables”. En otras ciudades aún no hay manifiestos y es probable que no llegue a haberlos, más allá de las líneas generales consensuadas globalmente.

Otro debate recurrente: las acampadas. En dos ciudades se plantea abiertamente volver a instalarse en las plazas, “en principio con tiempo limitado, pero esas cosas es difícil saberlas”, explica Julio, desde DRY Sevilla. La otra es Londres, donde se volverá a la plaza frente a la Bolsa. En otros lugares se prefiere no planificarlo.

En Madrid, el pasado 29 de marzo, cuando las manifestaciones de huelguistas concluyeron en Sol, circuló el deseo de quedarse. Aunque no se materializara, según Miguel, “esto indica que la gente tiene ganas de mucho más que una manifestación y quizá eso sea lo único importante, independientemente de las planificaciones que se hagan. Nuestra fuerza está en nuestra libertad y, por lo tanto, en nuestra imprevisibilidad”.


Puntos comunes de Barcelona
- NO A LA DEUDA: Ni un euro más para rescatar a los bancos. Auditoría ciudadana de la deuda. No pagaremos la deuda ilegítima creada por aquellos que provocaron la crisis.
- POR LO PÚBLICO: Educación y sanidad públicas, gratuitas y de calidad. No a los recortes del gasto público, no a la privatización de los servicios públicos.
- TRABAJO JUSTO: Reparto del trabajo, salario digno y no a la precarización. Retirada de la Reforma Laboral.
- VIVIENDA DIGNA: Derecho garantizado al acceso a una vivienda digna. Dación en pago retroactiva. Parque de viviendas de alquiler social. Promoción de cooperativas de vivienda.
- REPARTIR RIQUEZA: Reforma fiscal que permita distribuir de forma justa la riqueza que producimos entre todos y todas. Renta Básica universal para todas las ciudadanas y ciudadanos.

 
Multitud de fechas para la agitación
En abril tuvo lugar en Milán el segundo HubMeeting, encuentro en el que activistas de todo el mundo pusieron en común sus planes para un mes de mayo muy caliente. En EE UU, el día 1, además de la huelga, se iniciará una acampada en Chicago que durará un mes, para coincidir con la reunión del G8 del 19 al 21. El colectivo Adbusters (el mismo que convocó en Wall Street el año pasado) asegura la asistencia de 50.000 personas.
En Europa, del 5 al 15 el Ágora de Atenas celebrará la llegada de las marchas que emprendieron camino a Grecia a pie o en bicicleta en noviembre. Se define como “espacio abierto y horizontal, sin partidos políticos, basado en principios de inclusión, cooperación, respeto y noviolencia”. Después, del 17 al 19, Blockupy Frankfurt promete tres días de acción: toma de plazas, bloqueo del Banco Central Europeo y manifestación masiva. En la Bienal de Arte Contemporáneo de Berlín, del 29 de abril al 1 de julio, se va a reproducir una plaza al estilo Occupy y 15M. Algunas personas, además de desplegar sus tiendas, aprovecharán la ocasión para hacer talleres y asambleas.

Webs para participar en el #12M15M:
- Convocatorias y difusión: www.may12.net - Asambleas, actas y noticias: www.globalmay.org/blog

Marta G. Franco.
Diagonal
 

domingo, 8 de abril de 2012

"Desconfianza estratégica" entre EU y China, según Brookings Institution

La primera semana de abril, China Center, del think tank Brookings Institution, publicó la relevante monografía Abordando la desconfianza estratégica de EU y China de dos connotados académicos: el estadunidense Kenneth Lieberthal, director del China Center y anterior miembro del Consejo de Seguridad Nacional de Clinton, y Wang Jisi, director del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales y decano de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad de Pekín. Ambos aducen que tal desconfianza ha alcanzado niveles corrosivos.
 
Más allá del análisis de Jane Perlez (The New York Times, NYT, 2/4/12) –que sintetiza el creciente sentimiento del liderazgo chino de que el poder de EU se encuentra en una declinación de largo plazo–, el editorialista indio Ananth Krishnan (The Hindu, 5/4/12) evalúa oportunamente la relevante monografía.

Es fundamental conocer la percepción de los estrategas de India, miembro cada vez más suelto de los BRICS (ver Bajo la Lupa, 1/4/12), sobre la dinámica de las relaciones bilaterales entre EU y China, debido a sus implicaciones en el océano Índico.

Krishnan asimila que China ha dejado atrás su diplomacia de “bajo perfil (taoguangyanghui)” durante dos décadas formulada por su líder Deng Xiaoping.Wang identifica cuatro cambios estructurales mayores en el sistema internacional desde 2008 que tendrán un impacto profundo (sic) en la relación de China con EU y el resto del mundo. Primer cambio (el más significativo): tras haber sorteado las dos crisis financieras de 1997/98 y 2008/09, China emergió como poder global (sic) de primer orden.

Segundo cambio: EU, pese a su gran poderío, se encamina a su declinación. Tercer cambio: emergencia de los BRICS.

A juicio de Wang, los BRICS desafían el dominio occidental mediante su coordinación de políticas económicas y su diplomacia que sirven como contrapeso, con el G-20 sustituyendo al G-8 como mecanismo internacional más efectivo.¿Pero quién, a estas alturas, se acuerda todavía del G-8, cuando el mismo G-20 deja mucho que desear?

Krishnan es muy escéptico de los BRICS, pero admite que las economías emergentes y las potencias asiáticas han sido atrapadas en medio de las dos más probables arenas de la rivalidad entre China y EU: la competencia para influir en las instituciones multilaterales globales y en la región India (sic)/Pacífico.

Cuarto cambio: el modelo de desarrollo chino (consenso de Pekín), emergió como una alternativa viable a las democracias neoliberales de Occidente.

Los lectores pueden descargar gratis el libro Beijing consensus, del kissingeriano Joshua Cooper Ramo, del Foreing Policy Centre (http://fpc.org.uk/fsblob/244.pdf).

Hasta el economista John Williamson, autor del decálogo neoliberal consenso de Washington, lo había sepultado hace casi una década, de lo cual los teólogos del fundamentalismo neoliberal en México aún no se actualizan enternecidamente. No deseo hacer leña del árbol caído y arrojado al basurero del ridículo sobre el hilarante consenso de Monterrey (¡supersic!) de la dupla Fox/Castañeda Gutman.

Las elites chinas consideran que EU se encuentra en el lado equivocado de la historia. Nadie niega la superioridad militar estadunidense pero, a juicio de Wang, EU es una potencia declinante a largo plazo, debido a su desorden financiero, déficit alarmante y tasa de desempleo, recuperación económica lenta y una polarización política doméstica –opinión compartida por Lieberthal, quien arguye que los servicios de espionaje de EU y otras fuentes oficiales han llegado a creer que el liderazgo chino piensa en términos de un juego de suma-cero a largo plazo. Ambos dicen lo mismo que Zheng Bijian y Zbigniew Brzezinski (Bajo la Lupa, 8/2 y 11/3/12).

Según Wang, “hay tres fuentes de desconfianza: diferentes tradiciones políticas y sistemas de valores; insuficiente comprensión de los procesos políticos, y disminución de la brecha del poder.

Los dos académicos de EU y China prescriben varias medidas para crear un puente sobre la brecha de desconfianza y así evitar una confrontación inevitable: una relación comercial más íntima y medidas para profundizar la comunicación en temas militares.

Al analista indio le impactó la idea de establecer dos mecanismos trilaterales de diálogo: China/Japón/EU y China/India/EU. Llama la atención que no aparezca Rusia y que coloquen a Japón e India. Con todo mi respeto, Japón se ha vuelto irrelevante y su lugar debe ser ocupado por Rusia (con excelentes relaciones con India).

Perlez (del NYT) pone de relieve que China se considera el vencedor en el largo plazo si el sistema económico y político doméstico estadunidense persiste en sus desequilibrios. Los chinos juzgan, no obstante, que EU tratará de contratacar (sic) para socavar y aun desbaratar (sic) el poderío económico y militar chino. La elite china ya no ve a EU con asombro y lo considera poco digno de confianza (¡supersic!), por lo que no toma en serio sus reprimendas.

Wang toma como punto de inflexión 2003 (fecha de la invasión de la dupla anglosajona a Irak) cuando el PIB de EU era ocho veces mayor que el de China (hoy es tres veces menor).

Los analistas de Brooking Institution y un servidor, dicho sea con humildad de rigor, coincidimos en señalar que el inicio de la decadencia de EU se manifestó en 2004, cuando se supo la humillante derrota de la dupla anglosajona en Irak.

El epitafio de Wang es cruel: ahora es una cuestión de en cuántos años, más que en cuántas décadas, China sustituirá a EU como la mayor economía del mundo. No hay que ser tan sabios, ya que tanto las tendencias como la prospectiva del FMI asientan que China rebasará a EU en 2016. Insisto: la gran vulnerabilidad de China y, por extensión, de los BRICS, son las geofinanzas cuando al renminbi le tomará por lo menos 10 años equipararse al dólar como divisa de reserva global (aunque HSBC pregona que ello pueda ocurrir en los próximos tres años).

La monografía expone los agravios de ambas partes: EU espiando con sus aviones, porta-aviones, barcos y submarinos a China, lo cual irrita sobremanera a su ejército, además de la promoción de los derechos humanos por ONG patrocinadas por EU que significan una forma de occidentalizar a China y desestabilizar al Partido Comunista. En EU están alarmados por el incremento del contraespionaje chino y sus ciberataques que son manejados por las autoridades de Pekín para colectar información de interés nacional.

El estadunidense Lieberthal comentó en un seminario en la Universidad Tsinghua que existe la creencia creciente de ambas partes de que los dos países serían antagonistas en 15 años, lo cual significará mayor gasto militar obligando a otros países a optar por uno de ellos, cuando el peor caso es que todo esto pudiera desembocar en un conflicto armado, aunque no sea una necesaria consecuencia del antagonismo mutuo.

Perturba que ninguno de estos análisis considere el posicionamiento de Rusia, lo cual, a mi juicio, será determinante en la fractura tectónica global de la nueva bipolaridad transregional entre el decadente G-7 y los resplandecientes BRICS.

Alfredo Jailfe Rahme
La Jornada

viernes, 6 de abril de 2012

Comprando África. El peligro del modelo de la adquisición de tierras a gran escala

Producción de alimentos, explotaciones mineras, recursos madereros, producción de biocombustibles, Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) o mera especulación, son algunos de los motivos que han movido a inversores internacionales a comenzar una masiva compra de tierras en África. Este fenómeno, que alcanza ya dimensiones enormes (33,5 millones de hectáreas compradas o concedidas desde 2001, tres veces y media el tamaño de Portugal), está actualmente cambiando todos los conceptos que rodeaban a la producción alimentaria global y cómo esta afecta a las comunidades locales. 

Este interés creciente por la tierra se explica en un contexto de crecimiento de la población mundial (se calcula que en 2050 habitarán la tierra 9.300 millones de personas), un aumento de la demanda de tierra por habitante y la cada vez mayor degradación medioambiental del planeta. Además, el incremento de los precios de las commodities tras la crisis alimentaria de 2008, ha contribuido también a la formación de un escenario idóneo para el boom de la demanda de tierra.

Paradójicamente, esta práctica que en un principio se planteó como un nuevo modelo para el fomento de la Inversión Extranjera Directa (IED) y, por consiguiente, un mecanismo para promover el empleo local, la transferencia tecnológica y la mejora de las infraestructuras locales, está convirtiéndose en una nueva forma de abuso de poder entre los inversores internacionales y las élites locales, que puede provocar perjuicios importantes para los países receptores y sus poblaciones.

El Estado como elemento clave
La variedad de esquemas por las que se rige la adquisición a gran escala de tierras y la multitud de intereses cruzados en las mismas, hacen del análisis de estos nuevos mecanismos una tarea increíblemente compleja. Simplificando, estos contratos consisten en la adquisición o cesión temporal de terrenos de más de 1.000 hectáreas entre un “inversor” y un “vendedor” para un fin concreto. La realidad es que, mientras que el tipo de comprador o concesionario es muy variable (empresas multinacionales, fondos soberanos, empresas públicas o fondos de inversión), el vendedor es siempre el mismo: el Estado. Y aquí comienzan las primeras disfunciones al modelo. En primer lugar los Estados africanos receptores cuentan con unas élites en las que la corrupción es en mayor o menor medida un problema generalizado, con lo que los procesos de negociación inversor-Estado ya comienzan viciados desde sus inicios. Por otro lado, la mayoría de los Estados receptores no cuenta con una legislación que garantice el acceso efectivo a la propiedad de la tierra y, por consiguiente, no se tienen en cuenta todas aquellas poblaciones que habitan y trabajan las tierras concedidas por el derecho comunal o el derecho de ocupación, con lo que la mayoría de estos procesos suponen el desalojo y expropiación de tierras a las comunidades locales. En este sentido, se están verificando multitud de casos en los que la indefensión de estas comunidades es absoluta. Un ejemplo de ello se ha producido en las regiones de Gambella y Benishangul en Etiopía, donde 135.000 familias han sido reubicadas fuera de sus tierras de origen. 

En este sentido, las Organizaciones Internacionales (OIG) y las ONG están llamadas a jugar un papel fundamental en este proceso, tanto en un apoyo técnico a los países receptores como en un refuerzo de la sociedad civil para conseguir tener voz dentro de los procesos de negociación y hacer valer sus derechos sobre la tierra que habitan.

La bancarización de la tierra
En la otra cara de la moneda se encuentran los inversores, cuyos intereses difieren radicalmente en función de su naturaleza. En primer lugar, están los Estados, fondos soberanos y empresas públicas, cuyo objetivo es garantizar su propia soberanía alimentaria, y para lo cual ponen en producción grandes explotaciones con el fin de exportarlo a su país de origen (los máximos exponentes son China, Corea del Sur, Qatar, Emiratos Árabes Unidos…). De otro lado se encuentran las empresas privadas, que generalmente persiguen simplemente obtener beneficios tanto de la producción de alimentos como de biocombustibles (para este tipo de explotación se han verificado ya 3,2 millones de hectáreas en todo el continente) o incluso de Mecanismos de Desarrollo Limpio, destacan en este ámbito empresas como Nile Trading and Development (EEUU), el conglomerado empresarial saudí Jenat o La británica Crest Global Green Energy. Por último y como caso más dramático, se encuentran los fondos de inversión. Estos, guiados por la importante presión sobre la tierra y su tendencia al alza en los precios, están invirtiendo en la adquisición de tierras con motivos meramente especulativos, contribuyendo notablemente a la inflación de los precios de las mismas. De hecho, un informe del Banco Mundial afirma que de 56 millones de hectáreas de contratos verificados de compra o concesión de tierras un 80% no entró en producción en los dos años posteriores. Un ejemplo de ello es Jarch Capital de origen estadounidense que ha adquirido un total de 753.658 ha en Sur Sudán.

Un Estado ‘modelo’: Sudán del Sur
Cuando el 9 de Julio de 2011 fue declarado el nuevo Estado de Sudán del Sur, su Gobierno ya había concedido (desde 2007) 5,15 millones de hectáreas, el 8% de su territorio, para la explotación por parte de empresas extranjeras. Sudán del Sur ha tomado la decisión de emplear la cesión de tierras como mecanismo para el desarrollo. Para ello ha concedido tierras para la gestión turística de un parque nacional, (arrendamientode 30 años para 1,68 millones de hectáreas a la empresa qatarí Al Ain National Wildlife), para lo cual se han reubicado a entre 10.000 y 15.000 personas. Se han cedido también 600.000 hectáreas para la explotación de madera a la empresa Nile Trading, basada en Tejas (EE UU). Estos son sólo dos ejemplos de una multitud de contratos existentes en los que, en ninguno de los casos, se han producido consultas a la población local, no se han establecido mecanismos de control sobre la ejecución de los contratos, y los precios de cesión de la tierra han sido casi ridículos. El efecto que tendrán sobre el desarrollo del país a medio y largo plazo solo podremos verlo en el futuro, pero todo apunta a que será un fracaso para el nuevo Estado y, sobre todo, para su población.

Todos estos datos nos indican que el modelo de adquisición de tierras a gran escala en África es un fenómeno presente y enormemente creciente con una capacidad de influencia tremenda en el desarrollo del continente. Además, por el momento, su aplicación en la práctica está suponiendo unos efectos más negativos que positivos para los países receptores. Esto no quiere decir que el concepto sea erróneo per se, sino que el camino por recorrer para convertirlo otra vez en oportunidad parece muy lejano. Para ello es fundamental la combinación de refuerzo técnico e institucional en los países receptores; apoyo y promoción de la sociedad civil y sus derechos sobre la tierra; y exigencia de responsabilidad de los inversores sobre los efectos de sus inversiones. En este proceso deberán trabajar juntas OIG, ONG y gobiernos receptores para hacer de este mecanismo un modelo provechoso para ambas partes. Hasta que esto ocurra, perderán los de siempre, las poblaciones locales.

Borja Monreal
FP (Foreign Policy)
http://www.fp-es.org/comprando-africa
Fuente 2º. ATTAC PV

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miércoles, 4 de abril de 2012

Las revoluciones árabes, un año después


Presentamos una panorámica de la situación de algunos países cuyos pueblos se levantaron en 2011 pidiendo democracia.

Todo empezó en Túnez el 17 de diciembre de 2010, cuando el joven Mohamed Bouazizi prendía en su cuerpo la que sería la llama de la revolución de los pueblos árabes contra regímenes dictatoriales y corruptos, a menudo apoyados por Occi - dente en nombre de la estabilidad y la lucha contra el islamismo. Co - menzó como una revuelta desesperada por el trabajo, contra la corrupción y por un desarrollo económico y social de las regiones más deprimidas, y se trocó en una revolución popular que pedía también democracia, libertad y, con un paso más, el fin del régimen. La caída de Ben Ali, el 14 de enero de 2011, 300 muertos y 1.200 heridos después, marcó un punto de no retorno para los pueblos árabes, y en primer lugar para el tunecino, que inició ese día la larga lucha por una verdadera transición.

Un año después, tras haber tumbado dos gobiernos interinos, haber logrado la disolución del partido de Ben Ali a golpe de manifestaciones, haber impuesto unas elecciones a una Asamblea Constituyente y haber reavivado las luchas laborales y contra la presencia del antiguo régimen en las instituciones, los tunecinos siguen luchando hoy por construir un país nuevo. En octubre, el partido islamista Nahdha ganó por amplia mayoría las elecciones a la Asamblea Constituyente y formó un gobierno en coalición con el nacionalista Congreso por la República y el socialdemócrata Ettakatol. Pero su promesa de hacer una Carta Magna en el plazo de un año es ahora una duda, después de que en la ley conocida como “la pequeña Constitución” no se estableciera un plazo para acabar la misma, y desde hace un mes su elaboración parece estancada en un debate polarizado entre islamistas y modernistas sobre la posibilidad o no de incluir la sharia como fuente de derecho en la Constitución.

El pasado 20 de marzo, decenas de miles de personas se manifestaron en la capital por una Túnez “civil, moderna y sin referencia a la sharia”, mientras que los salafistas, un grupo reducido pero que ha lanzado ataques contra todo lo que en su opinión es contrario al islam, trae de cabeza al país ante la actitud cuando menos pasiva de Nahdha. El debate sobre la sharia “ocupa todo el espacio mediático y político, mientras que no se tratan los temas económicos que afectan al país”, explica el arabista tunecino Farouk Jhinaoui, quien hace referencia a las continuas movilizaciones sociales en las regiones más desfavorecidas, como en Redeyef, Sidi Bouzid y Gasserine, donde se encadena huelga tras huelga desde hace siete meses contra la marginalización territorial, por el desarrollo económico y por el empleo. “En materia de libertad de prensa, expresión, asociación y derechos políticos se ha avanzado muchísimo. Se han confiscado los bienes de Ben Ali y su familia y se está creando la justicia de transición, que veremos cómo se concreta. Sin embargo, en cuanto a derechos económicos no ha habido ningún cambio, y las perspectivas son malas. El Gobierno no tiene ningún programa” y sigue aplicando las mismas políticas económicas liberales que bajo Ben Ali, dice Jhinaoui. Sin embargo, ante las incertidumbres futuras, una sociedad civil muy activa parece dispuesta a seguir defendiendo en la calle los logros, los derechos y las esperanzas que trajo consigo la revolución.

Egipto: revolución inacabada

Cayó el tirano, el régimen continúa. 14 meses después de la eclosión de la revuelta social que ha servido de ejemplo a medio mundo, la sensación que habita hoy en buena parte de sus instigadores es de cansancio y decepción. Aunque la imagen de Hosni Mubarak tumbado en una camilla, juzgado por corrupción y por el asesinato de 800 manifestantes, es un hito sin precedentes para una sociedad que ha perdido el miedo, la mayor parte de las demandas que dieron origen al movimiento del 25 de enero siguen sin ser atendidas. En la víspera del primer aniversario de la revolución, la Junta Militar, que mantendrá el poder hasta las elecciones presidenciales de junio, atendió por fin la primera reclamación de la plaza Tahrir, la derogación de la Ley de Emergencia, pero se quedó a medias. Los militares pondrán fin a esta medida de excepción, vigente desde 1981, salvo en “casos de violencia y vandalismo”. Como denuncian las organizaciones de derechos humanos egipcias, hostigadas por el Gobierno, la tortura sigue siendo una práctica habitual en comisa - rías y prisiones y las detenciones y juicios militares contra activistas se suceden. Las manifestaciones se han cobrado más de un centenar de muer tos y 2.000 heridos desde la caída del dictador y en un año se han iniciado 14.000 procesos marciales frente a los dos millares celebrados en los 29 años de la era Mubarak. El Ejército, que controla casi un tercio de la economía del país, apenas ha visto recortados sus privilegios.

Las palabras de Ahmad Khater, ingeniero residente en El Cairo, resumen el sentir de buena parte de la población: “No sé hacia dónde va la revolución, pero pienso que no se ha terminado y lo más importante es acabar con el antiguo régimen y el Ejército. Después tiene que haber unas elecciones realmente limpias. Así, poco a poco, los problemas del pueblo irán teniendo solución”.

Otros egipcios, como Islam Abd El Fattah, exprofesor de la Universidad de Ain Shams, son más pesimistas: “En Egipto no ha habido ninguna re- volución, sino un intento de revolución que acabó en un simple cambio de presidente”. “Los activistas han sido marginados mientras los aprovechados están en el poder: la revolución ha fracasado y la única solución es hacer otra”, concluye, reflejando el sentir de los jóvenes laicos y progresistas que iniciaron la rebelión, para los que el resultado de las elecciones legislativas supuso un jarro de agua fría. Como era previsible, los Hermanos Musulmanes vencieron y controlan el 47% del Parlamento, seguidos por los ultraconservadores de Nur, que tienen el 25% de los escaños. Esta mayoría islamista determinará la composición de la Asamblea Constituyente que elaborará la nueva Constitución. Para Khater, tras estos resultados se encuentran, “en parte, la pobreza y la ignorancia: tenemos un 40% de analfabetismo y una de cada cinco personas vive bajo el umbral de la pobreza. Es gente muy manipulable y la religión ocupa un lugar importante en sus vidas. Además, como en Túnez, Libia o Siria, el gobierno siempre estuvo contra los movimientos islamistas. De ahí su popularidad, unida a la ayuda que reciben de los países del Golfo, que destinan a la caridad”.

Los retos a los que se enfrenta hoy el movimiento son enormes, pero pocos se rinden. La plaza Tahrir, convertida en torre de vigilancia de la revolución, se volverá a llenar para recordar a los nuevos gestores por qué y cómo llegaron hasta allí.

Libia tras Gadafi

La rápida militarización de lo que empezó como una revuelta popular el 15 de febrero, brutalmente reprimida por el régimen, y la posterior intervención militar de la OTAN en apoyo al Consejo Nacional de Transición (CNT), que perdía terreno en la guerra contra Gadafi, han marcado irremediablemente el futuro del país. El 23 de octubre, tres días después del asesinato del dictador, en Libia se declaraba el fin de la guerra, que entre enfrentamientos y bombardeos dejó atrás 60.000 vidas humanas. Hoy, el país se enfrenta al reto de la desmilitarización de los 125.000 milicianos que siguen conservando sus armas, pues los actos de violencia siguen reproduciéndose en el país. En marzo, una comisión de investigación de la ONU advertía de que, además de las fuerzas de Gadafi, estas milicias también son responsables de crímenes de guerra y han seguido cometiendo crímenes contra la humanidad.

Mientras ciertos sectores de la región Cirenaica, donde se concentran los recursos petrolíferos, han abierto la caja de los truenos al reclamar un régimen federal, los libios se enfrentan a un tercer problema, explica el arabista Iñaqui Gutiérrez de Terán: la incapacidad del consejo transitorio para dirigir el país. Hay “una demanda popular urgente para que se responda a las expectativas que se crearon con este alzamiento: una organización territorial más justa, combatir la corrupción, asegurar que haya una verdadera libertad de expresión y, sobre todo, participación de las tres regiones en pie de igualdad”. Uno de los retos a los que se enfrenta el país es, precisamente, cómo construir una sociedad civil inexistente durante la dictadura de Gadafi. Numerosas asociaciones están naciendo “en un ambiente de debate y hay una efervescencia de puntos de vista sobre cómo debe ser el futuro de Libia”, explica este arabista. En los últimos meses, las manifestaciones se han sucedido para pedir al CNT, y al gobierno interino nacido en diciembre, mayor transparencia y que se aparte a los miembros del antiguo régimen. Además, crece la frustración de la población porque la situación económica no ha mejorado, a pesar de que la producción de petróleo está alcanzando los índices anteriores al levantamiento. Para Gutiérrez de Terán, hay que tener en cuenta que “la letra pequeña del respaldo de la OTAN exigía contrapartidas que iban sobre todo en la línea de concesiones petrolíferas, que ya se están dando, y hay tensiones entre quienes tienen una agenda local de desarrollar el país, combatir la corrupción y promover libertades básicas y la agenda más o menos oculta del CNT de cumplir sus compromisos con Occidente”.

En este ambiente se preparan las elecciones a la Asamblea Constituyente que tendrán lugar el próximo 23 de junio, para las que ya se ha elaborado una ley electoral y en las que el triunfo islamista parece inevitable.

La debacle de Siria

8.000 personas han muerto ya por la brutal represión del régimen y por los enfrentamientos, según datos de la ONU, un año después de que se iniciaran las revueltas en Siria. Después de que durante meses cientos de miles de personas salieran a las calles de distintas ciudades para exigir el fin del régimen de Bashar al-Assad, en noviembre nacía el Ejército Libre Sirio (ELS), compuesto principalmente por desertores, que se opone, aún mal armado, a las fuerzas del dictador. La represión no ha cesado, y los temores de que la revolución popular se trocase en guerra civil se han hecho realidad. Entre masacre y masacre, el régimen anunció “un programa de reformas”, celebró un referéndum sobre la nueva Constitución y ha convocado elecciones legislativas para el 7 de mayo, pero la oposición denuncia estas acciones como mero maquillaje de un régimen que sigue masacrando a la población. El Consejo Nacional Sirio (CNS), reconocido por varios países, está formado principalmente por opositores en el exterior y no representa a toda la oposición, y “se están produciendo escisiones porque, ante la incapacidad del CNS para unificar a la oposición exterior, coordinarse con los movimientos de protesta en el interior, que sobre todo se está llevando a cabo por comités locales, y conseguir un apoyo efectivo de la comunidad internacional, ha habido una ruptura y ya hay gente del interior actuando por libre con la idea de que la única solución es hallar un vínculo directo con el ELS”, explica Gutiérrez de Terán.

Entretanto, el país, de gran interés geoestratégico para numerosas potencias regionales e internacionales, se ha convertido en “un sucio juego de ajedrez en el que las distintas potencias mueven sus fichas”, resume este analista. Algunas, como Irán y Rusia, apoyan al régimen; otras, como Qatar, Arabia Saudí o Turquía, apoyan en mayor o menor medida la insurrección armada, mientras Occidente e Israel juegan a debilitar al régimen pero no quieren su caída si no es controlada. “El desarrollo del conflicto dependerá de en qué medida unos y otros apoyen a las facciones que empiezan a dibujarse, y esto será a costa de la propia integridad de la sociedad siria, que sufre en sus carnes la represión”, concluye de Terán.

Jordania: protestas y reformas

A diferencia de la mayor parte de los países que han vivido la primavera árabe, el Gobierno de Jordania, como los de Argelia y Marruecos, reaccionó ante la protesta aprobando medidas que recogían parcialmente las demandas de la población. Pero este hecho no ha conseguido calmar la calle. Raro es el mes en que no tengan lugar huelgas sectoriales o manifestaciones que reclaman derechos ciudadanos y protestan contra los desmanes de una administración atravesada por la corrupción y la ineficacia. Las multitudinarias movilizaciones de principios de 2011 tuvieron un origen económico, resultado de la subida de los precios de productos básicos, la dificultad de acceso a la vivienda y la pérdida de poder adquisitivo. El segundo día de la protesta, el rey Abdallah II redujo un 20% el precio del petróleo y aumentó en 20 euros el salario de los funcionarios.

Más allá de las conquistas económicas, “las protestas de los jordanos han provocado tres cambios de gobierno en un año, la inclusión de enmiendas en la Constitución, el encarcelamiento por corrupción del alcalde de Ammán y la detención del antiguo dirigente de los servicios secretos”, informa Ana García Díaz desde la capital jordana. “Sin embargo, la sensación de los ciudadanos es que estas reformas son superficiales. Tras más de un año de protestas, las críticas al régimen ya no sólo ponen en peligro al Ejecutivo, sino que han debilitado la figura del propio rey Abdallah”, indica García Díaz. Según esta periodista, “el país se enfrenta a cambios decisivos para su futuro. A finales de marzo se espera la publicación de la polémica ley de reforma electoral que se cree favorecerá al Frente de Acción Islámica, rama de los Hermanos Musulmanes en Jordania”.

Marruecos y el 20F

Para responder a las protestas, el Gobierno de Marruecos ha puesto en marcha reformas calificadas de cosméticas por los activistas, a la vez que recurría a la desinformación sobre el movimiento, con un nivel represivo notablemente inferior al de otros regímenes árabes.

Tras ver el éxito de las manifestaciones del 20 de febrero, que se organizaron en 60 ciudades, la creación de un Comité Nacional de Apoyo al movimiento formado por cerca de cien organizaciones y la convocatoria de otra gran movilización para el 20 de marzo, y visto el resultado de las revueltas en Túnez y Egipto, el majzen se apresuró a anunciar ciertas medidas y la reforma de la Constitución, aprobada en julio con gran bombo mediático, pero cuyo mayor cambio es que el rey deje de tener potestad para designar a un primer ministro no salido de las urnas. Como segunda medida para calmar las protestas, se celebraron elecciones legislativas anticipadas en noviembre, de las que salió un Gobierno islamista del partido Justicia y Desarrollo. Esto, además de diferencias internas, supuso el abandono del movimiento –que había llamado al boicot de los comicios– por parte del partido islamista Justicia y Espiritualidad, con gran número de adherentes.

Sin embargo, las manifestaciones han continuado a lo largo del país, y no sólo coordinadas por el movimiento 20 de Febrero. Las movilizaciones contra la vida cara, por el empleo o la vivienda, o las llevadas a cabo por los licenciados en paro se intensifican en diversas regiones, lo que demuestra que la llama de las protestas sigue prendida.

Bahréin: la intervención saudí no consigue acallar al pueblo

A pesar del silencio de los grandes medios, la revuelta en Bahréin sigue tan viva como hace un año. El pasado 9 de marzo, más de 200.000 personas, una cuarta parte de la población adulta del emirato, se manifestaron para exigir el fin de la corrupción y una mayor participación de la sociedad en la vida política. En la marcha, que finalizó con la muerte de un joven por los gases lacrimógenos lanzados por la policía, participaron exponentes de todas las fuerzas opositoras. Tanto la monarquía suní como sus aliados occidentales y saudíes se han empeñado en reducir el conflicto a un levantamiento de los chiíes, que representan el 75% de la población. Pero la primavera de este Estado del Golfo tiene otros rasgos. Bahréin, que acoge la base naval de la Quinta Flota de EE UU, ha vivido, al igual que Libia, una intervención militar extranjera con la complicidad de las potencias occidentales. Pero a diferencia de lo sucedido en el país magrebí, el millar de soldados saudíes y los 500 policías emiratíes que el 14 de marzo de 2011 entraron en la capital lo hicieron para aplastar la rebelión ciudadana. Desalojada la Plaza de la Perla y demolido su monumento, símbolo de la lucha por la democracia y las libertades, la represión posterior, que se ha cobrado más de 60 muertos, no ha conseguido acallar las protestas, en las que cada vez cobra más fuerza la reclamación de que el monarca Al Jalifa abandone el poder.

Yemen: la continuidad del régimen tras Saleh

La represión de las protestas pacíficas en Yemen se ha cobrado más de 250 muertos. Desde abril, el presidente Saleh había negociado su retirada con el Consejo de Cooperación del Golfo, pero se retractó en varias ocasiones. Sin embargo, el 21 de enero, el Parlamento concedió la inmunidad a Saleh a cambio de su retirada y aceptó el Mecanismo de Implementación acordado por el Consejo de Cooperación del Golfo, que establecía que el vicepresidente, Abd Rabbuh Mansur Hadi, se presentaría como único candidato a la presidencia en las elecciones del 21 de febrero, a pesar de que la Constitución establece que no puede haber menos de dos candidatos en los comicios. La permanencia del vicepresidente en el poder implica la continuidad del régimen y también de las protestas, como viene ocurriendo desde la celebración de unas elecciones marcadas por el boicot por gran parte de la oposición. Los manifestantes exigen que se realicen sus demandas y que el expresidente y responsables del antiguo régimen sean procesados por el asesinato de cientos de manifestantes. Además, condenan los actos de violencia perpetrados por las fuerzas del orden durante las protestas posteriores a las elecciones. Los yemeníes sufren también el encarecimiento de los precios de productos básicos, carestía de petróleo, cortes eléctricos y un empeoramiento de la situación económica.

REVUELTAS ÁRABES. Otros países con protestas

- ARGELIA: REFORMAS PARA ACALLAR LA CALLE
En enero de 2011 los argelinos se echaron a la calle para protestar por la subida de los precios de los productos básicos y por el derecho a la vivienda. Bouteflika se vio obligado a anular las tasas sobre los alimentos y a prometer miles de viviendas. Pero protestas de todo tipo siguen.

- ARABIA SAUDÍ: REPRESIÓN Y MEDIDAS
Las protestas laborales, contra la discriminación de los chiíes y por los derechos de las mujeres han sido reprimidas, con 500 detenidos y varios muertos. La corona aprobó nuevos subsidios y ciertos derechos para las mujeres, pero la situación económica empeora y las manifestaciones siguen.

- IRAQ: PROTESTAS APLASTADAS CON RAPIDEZ
El 12 de febrero de 2011 se iniciaron las protestas, que tuvieron su punto culminante el día 25, cuando se organizaron manifestaciones en casi todas las regiones. Sin embargo, las fuerzas de seguridad las reprimieron y mataron a unas 30 personas, y la inseguridad impidió su continuidad.

- OMÁN: REVUELTAS SILENCIADAS
Las movilizaciones se iniciaron en enero de 2011 para pedir más empleo y la redistribución de las riquezas. Después de unos meses en calma, las protestas retomaron en diciembre, y el sultán ha anunciado un plan de creación de empleo, seguridad social y otras medidas de contención.

- KUWAIT: LOS SIN DERECHOS SE MOVILIZAN
A finales de febrero de 2011 se produjeron manifestaciones entre los más de 100.000 extranjeros que viven en el país, que carecen de derechos como la educación y sanidad gratuitas. Las movilizaciones fueron duramente reprimidas y decenas de manifestantes, detenidos.

- SUDÁN: CONTINÚAN LAS MANIFESTACIONES
Los activistas sudaneses crearon el movimiento no violento Girifna (Estamos hartos) y quieren mejoras económicas y la caída de Omar Bashir, en el poder desde 1989. Éste ha encarcelado a la mayoría de líderes opositores y ha anunciado que no se presentará a los próximos comicios.

- SÁHARA OCCIDENTAL: LAS REVUELTAS PREVIAS
En noviembre de 2010, unos 20.000 saharauis se levantaron en protesta en el campamento de Gdeim Izik con demandas sociales como vivienda, sanidad y empleo. Las fuerzas de seguridad marroquíes arrasaron el campamento. Hubo al menos 13muertos y cientos de heridos y detenidos.

Óscar Chaves y Gladys Martínez (Redacción)
Diagonal


martes, 3 de abril de 2012

¿Es posible un desarrollo sustentable dentro del capitalismo?

Concentración de la riqueza, inequidad, hiperconsumo, extracción irracional de los bienes naturales, son rasgos inherentes al sistema y acentuados con la globalización neoliberal.
 
La creación de un marco institucional para el desarrollo sustentable es uno de los temas centrales de la agenda de la Conferencia Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo Río+20, que se reunirá en junio de este año. El desarrollo sustentable se viene discutiendo dese hace veinte años, pues nació en la llamada Cumbre de la Tierra Río’92, definido como un desarrollo capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos de las futuras generaciones. El problema es que la discusión no toca el núcleo del problema: el modelo capitalista.
 
Es decir, el debate elude la pregunta central: ¿es posible un desarrollo sustentable dentro del capitalismo? De este primer cuestionamiento derivan otros: por ejemplo, si los Estados de los países industrializados están dispuestos a disminuir en un milímetro el hiperconsumismo de sus poblaciones privilegiadas, si las multinacionales no seguirán ejerciendo sus presiones para multiplicar sus ganancias con la explotación irracional de los bienes naturales, si los países pobres no continuarán cediendo sus ya casi inexistentes soberanías a ese poder de los países industrializados y las multinacionales.
 
La concentración de la riqueza, la inequidad de su distribución, la extracción irracional de los bienes naturales, la dependencia de los combustibles fósiles, son rasgos inherentes al capitalismo desde sus lejanos orígenes de la llamada acumulación originaria. Y se han acentuado de manera profunda y acelerada a partir de la globalización neoliberal, multiplicando el consumo de unos pocos y el hambre de muchos a niveles nunca antes vistos en la historia de la humanidad.
 
Ya hace cuarenta años, en la Primera Conferencia Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo realizada en Estocolmo, se identificó el hiperconsumo de los países industrializados como una de las principales causas del desequilibrio ecológico y el cambio climático. A partir de entonces, progresivamente, los cuestionamientos al sistema se han ido suavizando hasta casi desaparecer y ahora se insiste en un desarrollo sostenible que mantenga como eje el crecimiento económico.
 
Veamos algunas cifras que así lo confirman:
 
·         Los 20 países más ricos del mundo consumieron en el siglo XX más naturaleza, es decir, más materia prima y recursos energéticos no renovables, que toda la humanidad a lo largo de su historia y prehistoria.
 
·         Setecientos millones, de un total de 6,900 millones de personas, son las responsables del 50% de las emisiones globales de CO2, mientras los 3 mil millones de personas más pobres solamente emiten el 6% del CO2.
 
·         Entre 1950 y 2005 la producción de metal aumento 600%, el consumo de petróleo 800%, el consumo de gas 1,400%. 
 
·         Se extraen anualmente 60 mil millones de toneladas de recursos, 50% más que hace 30 años.
 
·         Se calcula que más del 60% de los servicios que brindan los ecosistemas del planeta se encuentran degradados.
 
·         La mayor parte de estos recursos han sido apropiados por el 20% de la población mundial que son responsables del  86% del consumo global, mientras el 20% más pobre consume solamente el  1.3%.
 
·         El gasto anual en cosméticos en Estados Unidos de 8,000 millones de dólares y el europeo en helados de 11,000 millones de dólares supera el gasto en agua potable, educación básica y alcantarillado para las 2,000 millones de personas del mundo que carecen de estos servicios.
 
·         Se estima que las emisiones por persona no deben rebasar las 2.5 toneladas de CO2 al año para que la temperatura global del planeta no aumente más de 2° C, considerándose este el límite sobre el cual pueden presentarse catástrofes climáticas incontrolables. Actualmente, el promedio de emisiones de los estadounidenses es de 19.1 toneladas anuales de CO2,  más de 7 veces superior al límite recomendado. 
 
Cambio de paradigmas
 
No cabe duda que la gran mayoría de propuestas para Río+20 han sido elaboradas en coordinación con empresas transnacionales, algunas de ellas de dudosa reputación ambiental, como Nestlé, Coca-Cola y Shell. De esta forma, las multinacionales apuntan a que los acuerdos de Río+20 fortalezcan sus negocios y aseguren sus ganancias futuras.

También jugarán un papel clave las instituciones financieras internacionales, las cuales tienen una gran responsabilidad en el endeudamiento de los países del Sur, el financiamiento de proyectos que maltratan el medio ambiente y el aumento de la desigualdad y la pobreza.
 
Las organizaciones de los pueblos indígenas de la Región Andina y de América Latina en general, insistimos en construir una propuesta mucha más amplia, que confronte la lógica de crecimiento del occidente y priorice una visión de comunidad y la convivencia armoniosa entre la Madre Tierra y los seres que la habitamos.
 
Para nosotros y nosotras, el concepto de sostenibilidad debe significar un modelo distinto: uno que altere profundamente el rumbo actual del planeta, que incorpore una reducción drástica de los niveles de consumo y producción de desechos de la humanidad y que defienda firmemente todos los derechos y los bienes comunes.
 
Lima, 29 de marzo del 2012,
 
Comunicaciones CAOI
Las cifras citadas en esta nota han sido tomadas de:
 
http://alainet.org/active/53751

Los BRICS y la caída de otro muro

El sistema creado en Bretton Woods hace siete décadas está a punto de colapsar. No se trata de un hundimiento abrupto sino de la lenta erosión de su legitimidad y de la capacidad para dirigir los asuntos globales. En su lugar viene pugnando por nacer un nuevo orden cuyos cimientos comenzó a construir la IV Cumbre de los BRICS en Nueva Delhi.
 
Vivimos un parteaguas, asegura el historiador Paul Kennedy. “Mientras ocurre, son muy pocos los contemporáneos que se dan cuenta de que han entrado en una nueva era”, escribió en un articulo titulado, precisamente, “¿Hemos entrado en una nueva era?” (El País, 3 de noviembre de 2011). El historiador prefiere no abordar los cambios bruscos como las grandes guerras, sino “la lenta acumulación de fuerzas transformadoras, en su mayor parte invisibles, casi siempre impredecibles, que, tarde o temprano, acaban convirtiendo una época en otra distinta”.
 
En su análisis destaca cuatro “fuerzas transformadoras”. La primera es la erosión constante del dólar que pasó de representar el 85 por ciento de las divisas internacionales para situarse en el entorno del 60 por ciento. Caminamos hacia un mundo en el que habrá sólo tres grandes divisas de reserva: el dólar, el euro y el yuan. La segunda es la parálisis del proyecto europeo. La tercera es el ascenso de Asia que supone el fin de “500 años de historia” hegemonizada por Occidente. La cuarta es la decrepitud de las Naciones Unidas.
 
La mirada larga del historiador podría ser complementada con el tiempo corto del análisis estratégico como el que esboza el Laboratorio Europeo de Anticipación Política (leap) en el análisis de las tendencias globales del último año: “En marzo de 2011 todavía estábamos en el mundo unipolar post 1989. En marzo de 2012 ya estamos en el mundo multipolar post crisis que vacila entre confrontaciones y colaboraciones” (Geab No. 63, 17 de marzo de 2012). En suma, estamos parados sobre una coyuntura de cambios profundos que dejarán su impronta en el mundo del siglo 21.
 
La IV Cumbre del BRICS realizada el 28 y 29 de marzo en Nueva Delhi, es uno de los núcleos del cambio ya que encarna una de las más potentes fuerzas transformadoras que refiere Kennedy. Los jefes de Estado Dilma Rousseff (Brasil), Dmitri Medvedev (Rusia), Hu Jintao (China) y Jacob Zuma (Sudáfrica) y el primer ministro Manmohan Singh (India) decidieron comenzar a trabajar para crear un banco de desarrollo de los cinco países que es un reflejo del peso adquirido por el grupo en la economía mundial pero también una reacción ante la negativa de los Estados Unidos y la Unión Europea de soltar el control del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
 
Los cinco emergentes, a los que pueden sumarse en un futuro Turquía, Indonesia e Irán,  buscan transformar a sus países en alternativa a las instituciones mundiales dominadas por países occidentales y transformar su creciente poder económico en influencia política y diplomática. La creación de un “banco del BRICS” permite a los países contar con recursos para obras de infraestructura y contar con instrumentos de crédito para afrontar crisis financieras como las que afronta Europa.
 
El Yuan despliega sus alas
 
En los últimos meses el yuan ha sido aceptado por varios países como moneda para intercambio bilateral en sustitución del dólar. En diciembre China y Japón acordaron eliminar gradualmente el dólar en los pagos mutuos para utilizar las monedas nacionales (yen y yuan) en el comercio bilateral. Más importante aún, Japón decidió comprar bonos chinos nominados en yuanes. Ambas decisiones, tomadas en diciembre de 2011, tienden a acelerar la conformación de una zona de libre comercio asiática en la que participarán nada menos que la segunda y la tercera economías del mundo, además de Corea del Sur.
 
Acuerdos similares de intercambio en monedas locales estableció China con Rusia y Bielorrusia, pero ahora también con Australia, un país que al igual que Japón se considera en la zona de influencia de Estados Unidos. Los bancos centrales de Australia y China firmaron el acuerdo para comerciar en yuanes y dólares australianos con el objetivo de fortalecer los lazos económicos. Para China es otro paso importante en la internacionalización del yuan que, según el HSBC, una de las mayores instituciones financieras del mundo, se convertirá para 2015 en una de las tres principales monedas globales (Russia Today, 23 de marzo de 2012).
 
Las empresas chinas ya usan el yuan en intercambios con sus socios en 181 países, sobre todo en Asia, Oriente Medio y América Latina. Aunque el dólar aún representa el 60 por ciento de las reservas internacionales, en Asia no llega al 50 por ciento pese a que los principales tenedores de esa divisa son China y Japón. En la región, la más próspera del mundo, la preferencia es por el oro.
 
En la misma dirección, China viene modificando radicalmente sus reservas, que superan los 3, 2 millones de millones de dólares. Hasta 2006, el 74 por ciento de sus reservas estaban en dólares, pero a partir de ese año comenzaron a descender lentamente, hasta que en 2011 cayeron aceleradamente hasta el 54 por ciento (Geab No. 63). No sólo los chinos toman recaudos ante la pérdida de valor del dólar; los bancos europeos abandonaron sus préstamos en esa moneda ante la creciente volatilidad del mercado de divisas.
 
En el marco de la IV Cumbre, el Banco de Desarrollo de China se dispone a firmar un acuerdo con el BRICS para ampliar a esos países los préstamos en yuanes, lo que supone un paso importante en la internacionalización de esa moneda (Russia Today, 9 de marzo de 2012). El bloque que representa el 41 por ciento de la población mundial, casi el 20 por ciento del PIB y la mitad de la reservas en divisas y oro, parece haber apostado al yuan como su paraguas monetario frente a un dólar cada vez más devaluado.
 
La imposible hegemonía China
 
La decisión supone traspasar una línea de no retorno. Que ese paso lo den China y Rusia, dos potencias nucleares que no temen el enorme poderío militar de Washington, no es algo que pueda llamar la atención. Que lo hagan India y Brasil, es diferente. Jaipal Reddy, ministro de Petróleo de India, desafió las presiones estadounidenses al afirmar que su país seguirá importando petróleo de Irán y llamó a Occidente a entender “las necesidades” de su país (Russia Today, 26 de marzo de 2012).
 
India acaba de anunciar la compra de 126 cazabombarderos Rafale, fabricados por la francesa Dassault, dejando de lado la oferta de la estadounidense Boeing. Brasil tiene aparcada desde 2009 la compra de 36 cazas en la que compiten el F-18 de Boeing, el Rafale y el Gripen de la sueca Saab. Hace más de dos años Luiz Inacio Lula da Silva había anunciado su preferencia por el avión francés, aún siendo más caro que el de Boeing, ya que Francia asegura un completo traspaso de tecnología que le permitiría a la brasileña Embraer iniciar su producción en serie.
 
Las presiones de la Casa Blanca a favor del caza de Boeing forzaron al gobierno de Lula y luego al de Dilma Rousseff a aplazar la compra. Sin embargo, la decisión de India, primer país del mundo que compra el caza francés, puede facilitar la decisión de Brasil. Algunos van más lejos y apuntan, como el director del sitio Defesanet, Nelson During, que Brasil e India pueden resucitar “un viejo proyecto debatido en 2002 de producir un avión conjuntamente”, que en esa época era el Mirage francés (AFP, 26 de marzo de 2012)
 
La decisión estratégica de Brasil puede estar muy cerca y todo apunta a la compra de los Rafale, sobre todo luego del desaire recibido por Washington que suspendió el contrato que había ganado la brasileña Embraer para la compra de 20 aviones se ataque Super Tucano por 355 millones de dólares para la fuerza aérea de Estados Unidos. Si la Embraer lograba “ingresar” en el selecto grupo de proveedores de la principal fuerza aérea del mundo, se hubiera consolidado como industria aeronáutica militar.
 
Esta vez la cancillería brasileña no pudo ocultar su desagrado “en especial por el momento y la forma” de la decisión, semanas antes de la visita oficial de Rousseff a Wahington. Pero el dato mayor es otro: la cancillería asegura que esa decisión “no contribuye a la profundización de las relaciones entre los dos países en materia de defensa” (Valor, 2 de marzo de 2012).
 
Por su parte, la subsecretaria de Asuntos Políticos de la cancillera brasileña, Maria Edileuza Fontenele Resis, recordó que en 2012 los BRICS “serán responsables del 56 por ciento del crecimiento global cuando el G7 (Alemania, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Italia y Canadá) será apenas responsable por el 9 por ciento del crecimiento”. Destacó que el intercambio entre los cinco emergentes creció de 27 mil millones de dólares en 2002 a 250 mil millones en 2011 e insito en que además el bloque presenta una “notable convergencia” de posiciones en aspectos destacados de la agenda internacional como la situación n Oriente Medio y el norte de África (Xinhua, 22 de marzo de 2012).
 
Pero el bloque BRICS presenta enormes dificultades para su consolidación. La principal, además de sistemas políticos, economías y objetivos diferentes, consiste en el rechazo a la política de exportaciones baratas de China que genera desindustralización en países como India y Brasil. China aparece empeñada en revisar el injusto sistema de Bretón Woods (que creó la actual arquitectura financiera global) pero se niega a aceptar una ampliación de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y muy en concreto rechaza e ingreso de países asiáticos, lo que la lleva a chocar con India.
 
Para superar las dificultades que imponen las contradicciones anotadas, sumada a la dificultad de convertirse en un bloque dada su dispersión geográfica, es que se han concentrado en el objetivo común de buscar alternativas al dólar, un problema que aqueja a todas las economías emergentes. Puede decirse que la frustración generada por la especulación financiera ha sido uno de los principales factores de cohesión del BRICS, como apunta el profesor de estudios estratégicos Brama Chellaney, del Centro de Investigaciones Políticas de Nueva Delhi (Valor, 23 de marzo de 2012).
 
Sudamérica tiene la palabra
 
“No queremos el dinero de los países ricos”, le dijo Dilma a la canciller Angela Merkel en su reciente visita a Alemania. Criticó “el tsunami de liquidez” creado por los países ricos para levantar una barrera proteccionista que terminarìa hundiendo a la industria de los países emergentes: “La salida que ellos encontraron para enfrentar los problemas es una manera clásica, conocida, de exportar la crisis. Cuando el compañero Mario Draghi (ironía por el italiano que preside el Banco Central Europeo y proviene del sector financiero privado) dice que ‘vamos a echar a rodar la maquinita que hace dinero’, está inundando los mercados con dinero. ¿Y qué hacen los inversores? Toman préstamos a tasas bajísimas, en algunos casos hasta negativas, en los países europeos y corren a Brasil para aprovechar lo que los especialistas denominan arbitraje, que, grosso modo, es la diferencia entre las tasas de interés de allí y de aquí. Entonces, Brasil no puede permanecer paralizado ante eso. Tenemos que actuar. Tenemos que actuar defendiéndonos, cosa bastante distinta del proteccionismo” (Pagina 12, 28 de marzo de 2012).
 
Los pasos que vaya a dar Brasil serán decisivos para la región sudamericana. El agravamiento de la crisis financiera mundial en el tercer trimestre de 2011 ha elevado las cautelas en el gobierno de Dilma. Las previsiones globales para 2012, según el leap, advierten sobre “cinco tormentas devastadoras”: recaída de la crisis en Estados Unidos en un marco de estancamiento europeo y desaceleración de los BRICS, alza de las tasas de interés y callejón sin salida para las deudas de los bancos centrales, tempestad en los mercados de divisas, posible agravamiento de la tensión en torno a Irán y nueva quiebra de los mercados y de las instituciones financieras (Geab No. 63).
 
Puede parecer catastrofista, pero en Brasil no creen que sea un diagnóstico exagerado. “La crisis es seria y puede llevar a una ruptura política y social”, advirtió Dilma hace seis meses (Valor, 22 de setiembre de 2011). Para la presidenta se superonen crisis económica, de gobernanza y de coordinación política. En la misma línea se pronunció en su momento Antonio Delfim Netto, ministro de Hacienda de la dictadura militar (1964-1984) y ferviente admirador de Lula en los últimos años, quien tituló su columna “Nessun dorma” (Nadie duerma), advirtiendo que ni la FED ni el Banco Central Europeo saben qué hacer. Su consejo suena terrible: “Vamos a poner nuestras barbas en remojo y protegernos de la probable desintegración de la economía mundial” (Valor, 20 de setiembre de 2011).
 
¿Porqué debe concederse tanta importancia a Brasil? Simplemente, porque es el único país cuque se comporta como una verdadera locomotora: incluyó 40 millones de personas en apenas siete años en el mercado de consumo de las clases medias; hasta 2016 invierte 900 mil millones de dólares, más de un tercio del PIB, en 12 mil grandes obras, sobre todo en infraestructura y energía (Valor, 28 de marzo de 2012). Es l que  menor exposición tiene a los avatares del comercio mundial, y que sus exportaciones representan apenas el 11 por ciento de su PIB, menos aún que las de Estados Unidos.
 
¿Está la región preparada para un escenario global complejo? Aún no. Hay tres caminos para enfrentar un probable escenario de desarticulación económica y guerra monetaria: seguir en el área del dólar, apostar a una moneda regional o trabajar para la internacionalización del real. La primera es apostar al status quo. La tercera no entra en los cálculos. A la vista de la experiencia europea, una moneda común sudamericana requiere niveles de consolidación de la integración que aún están muy lejanos, aunque puede llegar a ser apremiante avanzar en esa dirección. El problema de la región son los tiempos, como lo atestigua el cansino trote del Banco del Sur. 
 
- Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales.

domingo, 1 de abril de 2012

Los BRICS en Nueva Delhi: audaces en geopolítica y prudentes en geofinanzas

La advertencia de los BRICS es alarmante respecto de los planes de un ataque militar a Irán, cuyas consecuencias catastróficas no son del interés de nadie (Itar-Tass, 29/3/12).
 
Cuando se esperaban grandes decisiones geofinancieras en la cuarta cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Nueva Delhi –que hubieran creado de facto un nuevo orden financiero mundial (ver Bajo la Lupa, 28/3/12)–, el bloque pentapartito sorprendió con una jugada geopolítica de alta envergadura, que valió el cese del desdén de The Washington Post (Rama Lakshmi, 29/3/12): la condena a las amenazas militares contra Irán y Siria.

Lakshmi detectó la vigorosa postura colectiva frente a las sanciones unilaterales (sic) contra Irán, que afectarían el comercio y el crecimiento económico de los BRICS. Sin disimulo, la guerra multidimensional de la OTAN/Israel contra Irán constituye una guerra indirecta contra los BRICS.

A diferencia de las tres cumbres anteriores, ahora India y Brasil estuvieron más sueltos y se pronunciaron por el diálogo y una solución negociada en referencia a Irán y Siria.

Lakshmi cita a Lalit Mansingh, ex embajador de India en EU y connotado sinófobo, para poner en tela de juicio, fuera de su coincidencia geoeconómica, la cohesión y la efectividad de su plataforma para influir en las políticas globales. Mansingh alega que el bloque no comparte un sólido principio común, además de que todos los miembros tienen problemas con China, y juzga que hacen mucho ruido, pero que cada país tendrá que hacer sus propios cálculos sobre qué tan lejos desean llevar el desafío (sic) a EU.

Es evidente que la dupla anglosajona EU-Gran Bretaña busca(rá) balcanizar por todos los medios a los BRICS, los cuales conforme pasan las cumbres coinciden cada vez más en su complicada agenda multipolar de abordaje multidimensional.

La crítica anglosajona ha sido feroz. The Financial Times (29/3/12), portavoz de la globalización neoliberal, afirma que la cumbre reveló que existen más divisiones (sic) que unidad y amarra navajas entre sus miembros: Pekín y Nueva Delhi están enfrascados en disputas transfronterizas añejas, mientras Rusia incrementa sus inversiones militares para contrarrestar a China. Admite que se escenificaron algunas señales estimulantes, como el acuerdo sobre las facilidades de créditos en sus propias divisas, lo cual reducirá su dependencia del dólar en sus tratativas comerciales internas. Califica de logro que después de mucha demora se encuentren listos a considerar seriamente (sic) la idea de fundar un banco de desarrollo propio, cuyos beneficios potenciales pueden ser inmensos (sic), tanto para liberar el comercio entre los países en vías de desarrollo como para difundir el conocimiento adquirido por los cinco grandes a los países más pobres. ¡Para que The Financial Times lo admita!

Aduce que dicho banco será la prueba de su compromiso para hacer que la alianza funcione, lo cual se manifestará, más allá de la retórica, en el otorgamiento de sus fondos, en lo que China tendrá que sortear las sospechas (sic) persistentes sobre sus objetivos. Cabe corregir a The Financial Times en que la idea del banco no es de China, sino de India. Que China se beneficie de ello como la mayor superpotencia geofinanciera del planeta es natural, lo cual deberá moderar.

Juzga que la creación del banco tomará tiempo y asienta que,si su objetivo es contrastar la influencia de Occidente para configurar el orden global, necesitan sortear sus diferencias como la oportunidad fallida (sic) de apoyar a un solo candidato para desafiar el monopolio de Washington a la presidencia del BM.

En un abordaje simplón, asiste la razón a The Financial Times (en este tema), pero el asunto es mucho más complejo, pues el bloque es también geopolítico y, a mi juicio, fue muy prudente no presionar a Obama en un momento delicado para su relección, que conviene más que toda la fauna de candidatos bélicos del Partido Republicano. En esta ocasión, debido a la incandescente coyuntura internacional, la primacía era más geopolítica que geofinanciera.

No faltan escépticos del lado del fundamentalismo neoliberal británico, como Jeremy Warner, quien asevera que el banco de los BRICS para rivalizar con el FMI está condenado al fracaso (The Daily Telegraph, 29/3/12). Veremos.

Robert Zoellick, saliente presidente del BM, fustigó que el banco BRICS tendría mucha dificultad para despegar y batallará mucho para compararse con el conocimiento financiero del BM (Reuters, 29/3/12). ¡Ni que fueran retrasados mentales!

En otra nota disruptiva, The Financial Times (29/3/12) señala que los BRICS amenazan con retener su financiamiento al FMI, a menos que obtengan mayor poder de votación en su seno. ¡Obvio!

El blog Beyondbrics, de The Financial Times (29/3/12), afirma que el Banco de Desarrollo de China –que sólo cuenta con el doble de capital que el BM– tomó la iniciativa de reunir a los brazos financieros de todos los bancos de desarrollo del bloque para firmar el acuerdo de extender créditos en sus propias divisas entre sí. Considera que el gran triunfador resultará el renminbi (la divisa china). ¿Quién puede aplacar al dólar, si no es el renminbi?

El comercio intrapentapartito asciende a 230 mil millones de dólares, crece 28 por ciento al año y alcanzaría 500 mil millones de dólares en los próximos cuatro años, por lo que se merece una divisa sólida que no sea el dólar hegemónico.

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, fue muy severa contra los países occidentales, a quienes acusa de canibalismo y de crear un tsunami monetario al adoptar políticas expansionistas agresivas, como las tasas bajas de interés que hacen que las economías emergentes sean menos competitivas. Atacó las políticas monetarias de los países desarrollados que ayudan a EU y las economías de Europa al costo de causar grandes desequilibrios comerciales globales. Señaló que la crisis económica empezó en el mundo desarrollado, que ha causado una guerra de divisas y ha introducido nuevas y perversas (sic) formas de proteccionismo en el mundo (The Financial Times, 29/3/12). ¡Bravo, Dilma!

Si EU amenaza sutilmente a los BRICS con poner el pie en el freno, para China la cuarta cumbre fue todo un éxito, sin caer en el triunfalismo, en términos de cooperación y de la mentalidad ganar-ganar(Xinhua, 30/3/12).

Rossiyskaya Gazeta (30/3/12) revela que los BRICS estudian formar una alianza política (¡supersic!) y su anuncio correspondió (nota: ejercer influencia en política global) al anfitrión Manmohan Singh, primer ministro de India: la prosperidad de los BRICS está ligada a la situación geopolítica (¡supersic!), a lo cual se sumó el presidente ruso, Dmitri Medvedev, quien señaló que la transformación gradual (sic) de los BRICS en un mecanismo integral y la interacción en cuestiones de economía y política mundial podrían convertirse en objetivos estratégicos (¡supersic!).

A mi juicio, las dos colosales pruebas de fuego de los BRICS son: en geopolítica, impedir la guerra de la OTAN/Israel contra Irán, y en geofinanzas, el lanzamiento de su banco de desarrollo.

Alfredo Jalife Rahme
La Jornada