jueves, 25 de agosto de 2011

África camino al paraíso fiscal

Varios gobiernos africanos estudian crear sus propios centros financieros en el extranjero, lo cual preocupa a activistas que reclaman transparencia, regimenes impositivos justos y sistemas de manejo de capitales que sirvan a los países donde se originan los ahorros.

"Necesitamos una acción panafricana", indicó Alvin Mosioma, coordinador de la Red de Justicia Impositiva de África, una organización que aboga por un sistema justo para promover el desarrollo social y económico.

"El panel especial creado por la Unión Africana sobre flujos de capitales ilícitos, en el que participa el expresidente sudafricano Thabo Mbeki, y la reunión realizada en 2008 por el Foro de Administradores de Impuestos Africanos fue un comienzo prometedor, pero la ciudadanía ha estado demasiado callada sobre el asunto de la transparencia financiera", observó.

"Sería catastrófico que a la preocupación por el terrorismo y la inseguridad política en el continente se le sume la inestabilidad financiera y la corrupción amparada en paraísos fiscales", sentenció Mosioma.

"Hay una tendencia emergente en África a crear nuestros propios centros "offshore" (extraterritoriales). Uno de los argumentos esgrimidos es que modernizarían el sector financiero africano y pondrían una alfombra roja en mucho países", añadió.

El desastroso impacto de los paraísos fiscales para las economías en desarrollo está cada vez mejor documentado. Las jurisdicciones secretas en las islas británicas o del Caribe son un medio para desviar miles de millones de dólares al año procedentes de países de bajos ingresos.

África está lejos de ser inmune. La isla de Jersey, una de las jurisdicciones más famosas del mundo en materia de "finanzas offshore" anunció a principios de este mes que comenzará a negociar con el gobierno de Kenia su parte de 10 millones de dólares de sobornos recuperados de cuentas bancarias que, al parecer, eran de un exministro keniata y del exdirector de la compañía de electricidad de la isla.

Algunos países africanos tienen tradición de secreto bancario y legal en su territorio.

Liberia es conocida por su laxo registro de embarcaciones y por garantizar una inscripción barata y confidencial de los buques, sin tener en cuenta su navegabilidad o propiedad.

Mauricio es, desde hace tiempo, un paraíso fiscal que disimula fortunas de la curiosa mirada de las autoridades impositivas y facilita "su circulación", como hizo al proteger con discreción fondos de India que luego disfrazó de inversión extranjera directa.

Yibuti y Seychelles también fueron considerados paraísos fiscales.

Botswana creó el Centro Internacional de Servicios Financieros, en 2003, para facilitar la transparencia y repatriación de fondos y evitar retenciones y gravámenes a las ganancias de las operaciones financieras, lo que le valió el mote de la "Suiza de África" en un artículo publicado en 2010 por la revista Harvard International Review.

Ghana, que hace poco encontró petróleo, estudió la posibilidad de crear su propio centro financiero "offshore".

Kenia anunció en marzo la posibilidad de crear el Centro Internacional Financiero de Nairobi. La iniciativa, al parecer, apunta a competir con Johannesburgo, centro financiero del continente, y Mauricio, una jurisdicción secreta.

"Hasta donde sabemos no es una política oficial del gobierno", indicó Mosioma. "Pero preocupa que las Zonas Econçomicas Especiales de Kenia ofrezcan regimenes especiales de impuestos a las empresas de telecomunicaciones y a las operaciones bancarias", explicó.

Instituciones internacionales y asesores financieros hablaban de las maravillas de la desregulación de las economías occidentales como el mejor camino para lograr el crecimiento económico.

La crisis financiera global nacida en 2008 y su derivación actual con la debacle de la deuda de países europeos y de Estados Unidos no parecen haber afectado su discurso.

"El sector financiero mundial todavía aboga por la liberalización del flujo financiero desde, y hacia, los países como la ‘mejor práctica’, y cada vez más en las naciones en desarrollo", señaló Mosioma.

Pero los últimos acontecimientos parecen haber acabado con la tentación de crear paraísos fiscales regionales. El gobierno de Ghana retiró la autorización la licencia para una banca "offshore" que había otorgado al grupo Barclay.

La institución financiera atribuyó el hecho al inadecuado marco legislativo de ese país. Pero los motivos del Banco Central parecen más relacionados con la posibilidad del lavado de dinero regional.

"Es muy alentador que Ghana parezca haber sorteado ese asunto", señaló Nicholas Shaxson, autor de "Treasure Islands: Tax Havens and the Men who Stole the World" ("Islas del tesoro: paraísos fiscales y hombres que robaron al mundo"), una historia del sistema financiero global publicada en enero de este año.

"El riesgo puntual que suponen los paraísos fiscales para África es que exacerban la ‘maldición de los recursos’, como se llama a las dificultades económicas que golpean a los estados que dependen de la exportación de materia prima", explicó Shaxson.

"Un país como Nigeria percibe miles de millones de dólares por el petróleo, pero no mejora el nivel de vida de la ciudadanía porque se dispara la inflación y quedan obstaculizadas las exportaciones de los sectores que crean empleo, como la agricultura" señaló.

"Si el sector financiero de un país crea de repente un enorme flujo de dinero, sin duda, tendrá el mismo efecto sobre la población", sostuvo.

La cuestión de las bancas "offshore" no está en el radar de la mayoría de las organizaciones internacionales, pese a los riesgos.

El Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información para Fines Impositivos, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, es una de las pocas entidades dedicadas a controlar el funcionamiento de las instituciones financieras "offshore".

"La sociedad civil está empezando a comprender la importancia de este asunto", observó Shaxson. "El gobierno de Brasil organizará un seminario sobre la justicia impositiva internacional, e India tiene sus propios despertadores con el malestar de la población por lo que han llamado ‘dinero negro’", añadió. (FIN/2011)

Hilaire Avril

Fuente: IPS

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=98906



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