Asombro e
indignación nos ha provocado el artículo que bajo la firma de José
Graziano Da Silva, Director General de la FAO, y Suma Chakrabarti,
Presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, fue
publicado el día 6 de septiembre por el Wall Street Journal.1 En dicha
publicación ambas autoridades convocan a los gobiernos y al mundo social
a abrazar al sector privado como motor y líder de la alimentación
mundial.
Aunque se refieren específicamente a Europa
Oriental y Norte de África, los directores de ambas instituciones
internacionales también hacen un llamado a que las inversiones y el
acaparamiento de tierras se generalicen al mundo entero. Como
justificación, califican al sector privado como eficiente, dinámico y lo
llaman a duplicar sus inversiones en acaparamiento de tierras, mientras
señalan al sector campesino y las pocas políticas de protección de la
agricultura que aún rigen, como un lastre que no permite avanzar en el
desarrollo agrícola y que debe ser eliminado. Para ello, llaman a los
gobiernos a facilitar los grandes negocios privados en agricultura. Esto
dentro del marco de una convocatoria a lo que Director de la FAO José
Graziano da Silva calificó como la mayor y más importante reunión de
empresas y representantes del agronegocio con representantes de
instituciones públicas e internacionales, incluida la FAO, y que se
llevó a cabo en Turquía el 13 de septiembre recién pasado,.
Los
señores Graziano da Silva y Chakrabarti hacen en el artículo una serie
de aseveraciones sesgadas y que ocultan la real situación de la
agricultura y la alimentación. Presentando a Rusia, Ucrania y Kasakhstan
como ejemplos de éxito del agronegocio los que han permitido que estos
países pasen de ser “la tierras baldías de los 90” a ser actualmente
“los principales exportadores de cereales”, no mencionan en momento
alguno que las cifras oficiales muestran que en los tres países
mencionados la productividad es muchísimo más alta en las tierras en
manos campesinas que en aquéllas en manos del agronegocio.
Los
pequeños agricultores de Rusia producen más de la mitad del producto
agrícola con sólo un cuarto del área agrícola; en Ucrania son la fuente
del 55% de la producción agrícola con sólo el 16% de la tierra, mientras
en Kazakhstan entregan el 73% de la producción agrícola con apenas la
mitad de la tierra. De hecho, son los pequeños productores, y
especialmente las mujeres, quienes alimentan a la población de estos
países. Tampoco mencionan que -cuando existen las cifras oficiales al
respecto, como en la Unión Europea, Colombia y Brasil- se muestra una y
otra vez que la agricultura campesina es más eficiente y productiva que
la empresarial, lo que también ha sido confirmado por diversos estudios
en Asia, África y América Latina.
Esto demuestra que
contrario a lo indicado por el director general de la FAO, quienes
tienen la real capacidad de alimentar a la humanidad somos las
campesinas y los campesinos del mundo entero. El avance del agronegocio
sólo ha exacerbado la pobreza, destruido la capacidad de la agricultura
de dar trabajo, ha multiplicado la contaminación y la destrucción
ambiental, ha traído de vuelta la lacra del trabajo esclavo y ha
provocado las crisis alimentarias y climática de las últimas décadas.
Para los movimientos sociales y las y los campesinos del mundo nos es
inaceptable e incluso inexplicable que el Director General de la
Organización para la Agricultura y la Alimentación promueva el
exterminio de la agricultura campesina y el avance del acaparamiento de
tierras. Nos resulta especialmente grave que esto ocurra después de tres
años de arduo trabajo en el que las organizaciones pusieron todas sus
capacidades y voluntades para la construcción de directrices voluntarias
que protejan contra los acaparamientos de las tierra y después que el
Sr. Graziano da Silva durante su campaña a director general expresó
reiteradamente ante las organizaciones campesinas su compromiso de
promover y validar la importancia de la agricultura campesina y su
necesaria participación en la producción alimentaria.
Nos
asombra el lenguaje ofensivo de los señores Graziano da Silva y
Chakravarti, como cuando se refieren a “fertilizar las tierras con
dinero” o “hacerle la vida más fácil a los hambrientos del mundo”. Esto
nos lleva a poner en duda la capacidad FAO para hacer su trabajo con la
necesaria rigurosidad e independencia frente a las grandes empresas del
agronegocio y así cumplir el mandato de Naciones Unidas de erradicar el
hambre y mejorar las condiciones de vida de los pueblos del campo.
Nos
preguntamos cuál es realmente la validez del “Año Internacional de la
Agricultura familiar”, si el director general de la FAO estima que lo
que le pone freno a la producción agrícola son los “niveles
relativamente altos de protección, falta de riego, fincas pequeñas y
anti-económicas.” Esta visión y la subordinación de la FAO a los
mecanismos económicos y a los intereses voraces de los inversionistas
sin duda que pone en jaque el trabajo de acercamiento entre las
organizaciones campesinas y la FAO que hemos hecho en los últimos años. Y
nos hace preguntarnos por qué la FAO no ha desarrollado una propuesta
de acción real y efectiva que proteja a la producción campesina y
familiar, como herramienta fundamental contra la crisis alimentaria que
-hoy nuevamente- está enriqueciendo a los grandes bancos y
transnacionales.2 También nos preguntamos ¿a dónde irán las familias
campesinas si este programa de conversión a una agricultura centrada en
megafincas industriales se lleva a cabo?
Las amenazas
no surgen sólo del abandono que la FAO hace de su misión. También es
grave que el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo
promueva e invierta en el acaparamiento de tierras y la entrega de la
agricultura al agronegocio, más aún cuando hoy ha expandido su área de
trabajo al norte de África.
Lo que la agricultura y
el planeta necesitan actualmente es justamente lo contrario de los
propuesto por los Señores Graziano da Silva y Chakrabarti. Lo que la
humanidad y los que padecen de hambre en el mundo necesitan es el
sustento de las agro-culturas del campo, que constituyen las formas de
vida de la mitad de la humanidad y hacen posible la agricultura
campesina. Porque es más eficiente y productiva, porque aún entrega al
menos la mitad de la alimentación mundial y gran parte del trabajo en el
campo, porque ayuda a enfriar el planeta, la agricultura campesina debe
ser fortalecida y protegida.
La producción de
alimentos y las formas de vida campesinas e indígenas no pueden ser
destruidas para crear una nueva fuente de mega negocios en manos de un
grupo ínfimo de personas. Las tierras y territorios deben dejar de ser
una mercancía y volver a las manos de los pueblos del campo; necesitamos
reformas agrarias profundas, integrales y efectivas, sin acaparamientos
de la tierra por inversionistas que solo buscan el lucro. Necesitamos
más comunidades y familias campesinas e indígenas desarrollando su
agricultura con dignidad y respeto y no agronegocios.
LOS CAMPESINOS Y CAMPESINAS ALIMENTAMOS AL MUNDO EL AGRONEGOCIO SE APODERA DE ÉL
1
http://online.wsj.com/article/SB10000872396390443686004577633080190871456.html.
Traducción no oficial aquí: http://farmlandgrab.org/post/view/20997.
2
Vease, por ejemplo, James Cusick, "We’ll make a killing out of food
crisis, Glencore trading boss Chris Mahoney boasts", The Independent,
Londres, 23 de agosto
2012,http://www.independent.co.uk/news/world/politics/well-make-a-killing-out-of-food-crisis-glencore-trading-boss-chris-mahoney-boasts-8073806.html;
Tom Bawden, "Barclays makes £500m betting on food crisis", The
Independent, Londres, 1º de septiembre
2012,http://www.independent.co.uk/news/business/news/barclays-makes-500m-betting-on-food-crisis-8100011.html;
y Peter Greste, "Rising food prices hit Nairobi slums", Al Jazeera,
Doha, 6 de septiembre
2012,http://www.aljazeera.com/video/africa/2012/09/201296195748591887.html.
La
Via Campesina - GRAIN - Amigos de la Tierra (ATI) - ETC Group -
Re:Common - Marcha Mundial de Mujeres (MMM) - Articulación de los
Movimientos Sociales Hacia el Alba - Cordinadora Latino Americada de
organizaciones del Campo (CLOC)
(Adhesiones a viacampesina.sudamerica@gmail.com y a info@biodiversidadla.org)
Vía Campesina
Grain
Vía Rebelión
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