El 10 de
diciembre de 2012 es el 64 aniversario de la Declaración de los Derechos
Humanos. El mes y año en que antiguos pueblos de diversas culturas, etnias y
territorios anunciaron el fin de un tiempo y el inicio de un nuevo tiempo de
paz y prosperidad, inimaginable para la Humanidad integrada en equilibrio y
armonía con la naturaleza.
Vivimos el fin
de un tiempo, el del Mal Vivir que azota actualmente a la Humanidad. La crisis
sistémica y civilizatoria, que es una crisis financiera, económica,
medioambiental, energética, alimentaría, ideológica, de cohesión social y
política, es el fin del sistema-mundo del capitalismo financiero internacional,
pues no es otra que el cuestionamiento y rebelión de todos los pueblos contra
su hegemonía y Poder. Ha estallado una vez que se ha extendido hasta el último rincón
de la Tierra por la lógica intrínseca del propio sistema. La dialéctica de sus
procesos internos ha provocado la necesidad de una profunda redistribución del
Poder entre las élites gobernantes y la guerra abierta entre todas ellas, que
no está sino en sus comienzos. El gran reto que tiene la Humanidad es parar la
salida a través de la guerra como hasta ahora ha sido siempre en el
capitalismo, y como lo es ya en esta guerra civil global no declarada que
sufrimos por la explotación de los recursos naturales y de las personas en todo
el mundo. Esta guerra es ya la mayor catástrofe ecológica, el mayor desastre
humanitario y el mayor retroceso civilizatorio que borra por completo los
Derechos Humanos que hoy conmemoramos.
Como decía
Vandana Shiva(1) hacer la paz con la Tierra siempre ha sido un imperativo ético
y ecológico, que se ha convertido ahora en un imperativo para la supervivencia
de nuestra especie. La dictadura del capital financiero internacional (1.175
personas que controlan las 147 sociedades de capital riesgo que dominan a las
43.070 transnacionales que controlan todos los mercados del mundo) y la
mercantilización de toda la Vida, que supone elevar el Mercado a la posición de
principio superior organizativo de la sociedad y única forma de cuantificar
nuestro bienestar, ha llevado al debilitamiento de los procesos que mantienen y
sostienen la Vida en la naturaleza y a las sociedades humanas. Las necesidades
en alimentación y agua de la gente sólo pueden satisfacerse si se protege la
capacidad de la naturaleza para producir alimentos y agua. Por ello, defender
los derechos de la Madre Tierra es el más importante de los derechos humanos y
de las luchas por la justicia social. Es el más amplio movimiento pacifista de
nuestra época.
El nuevo tiempo
nace en una situación inimaginable, con mucha debilidad y mediocridad en toda
la humanidad. Pero hay una buena señal para recobrar el equilibrio y la
armonía: la conciencia y movilización social mundial. El tiempo del cambio ha
llegado en un periodo de inseguridad e inquietud. Abriéndonos hacia los demás y
desarrollando un verdadero espíritu intercultural, a pesar del presagio de
perdida para la humanidad que la amenaza, la satisfacción vendrá con el
Gobierno Democrático Mundial que ha de apoyarse sobre el Poder soberano de la
ciudadanía mundial y el reconocimiento de los derechos jurídicos de la Madre
Tierra, ideas que tendrán el poder de llegar hasta el último rincón y acabaran
con las guerras, hambrunas, migraciones inseguras, desintegración social y amenazas
medioambientales. La voluntad de superarse y elevarse de la propia Humanidad
tendrá éxito y traerá la esperanza y la dignidad a la humanidad devolviéndole
la soberanía y la libertad.
Hoy la
ciudadanía para poder disfrutar de nuestros derechos, tenemos que recurrir al
supremo recurso de la rebelión, como establece el tercer considerando del
preámbulo de la propia Declaración de los derechos Humanos, pues hay una
situación extrema de tiranía y opresión que exige esta respuesta. El mismo
espíritu rebelde que llevó a los colonos americanos a la Declaración de
independencia y al concepto jurídico de ciudadanía.
Y como dice el
quinto considerando de la Declaración, los pueblos del mundo nos reafirmamos en
la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor del
ser humano y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y nos declaramos
resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de
un concepto más amplio de libertad y democracia participativa. Y nos comprometemos
a trabajar para lograr el respeto universal y efectivo de todos los derechos
humanos. Y reafirmamos el Art. 28 a establecer un orden social e internacional
en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan
plenamente efectivos: El Buen Vivir.
El objeto de
ATTAC es la reapropiación, por parte de la ciudadanía, del poder de decisión
que la esfera financiera ejerce sobre todos los aspectos de la vida política,
económica, social, cultural, e informativa en todo el mundo. Y esto tan sólo se
puede conseguir extendiendo la verdadera Democracia a todo el mundo y a todos
los niveles. Nos permite imaginar y crear democracias vivientes basadas en el
valor intrínseco de todas las especias, de todos los pueblos, de todas las
culturas, y un reparto justo y equitativo de los recursos vitales de esta
Tierra, un reparto de las decisiones sobre el uso de los recursos de la Tierra.
La Democracia Mundial del S. XXI protegerá los procesos ecológicos que
mantienen la vida y los derechos humanos fundamentales que son la base del
derecho a la vida, incluyendo el derecho al agua, la alimentación, la salud, la
educación, el trabajo y el sustento. Hay que escoger ¿Obedeceremos las leyes de
mercado, de la codicia corporativa, o las leyes de la Madre Tierra para
mantener los ecosistemas terrestres y la diversidad de los seres vivos?
La anunciada
batalla de Armagedón es la batalla a la que todos y todas estamos convocados,
la batalla para construir un mundo, una Humanidad y un Gobierno Mundial
Democrático, legítimo y transparente. La batalla para parar la guerra contra la
Madre Tierra y la Humanidad.
27 de noviembre
de 2012
Nota:
(1) Discurso de Vandana Shiva al recibir el Premio
Sydney por la Paz 2010. Sydney 03.11.11 http://www.ecoportal.net/content/view/full/101285
Fernando Moreno Bernal
ATTAC Andalucía en Cádiz
Adital
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